En el marco del calendario generado por la carrera Tecnicatura en Gerenciamiento de Servicios Gastronómicos de la Facultad, en conjunto con la Secretaría de Integración y Cooperación de Rectorado y con la lógica de las Prácticas Educativas Territoriales (PET), se llevó a cabo el fin de semana pasado, una nueva actividad territorial en el Barrio Maccarone.
Las acciones estuvieron coordinadas por la docente Vanina Schrooh en articulación con la comisión vecinal y consistió en la elaboración de un locro para vecinos de esa comunidad, para lo que se contó con una donación de La Porca.
Estudiantes de tercer año compartieron la receta y la cocción de un locro con vecinos del barrio, en la Escuela María Reina Inmaculada, en calle Eloisa Paniagua. Durante sábado y domingo el grupo se dedicó a la preparación y distribución entre los vecinos de esa comunidad, de 180 porciones del plato tradicional.
El rector Luciano Filipuzzi, el decano Carlos Cuenca, el vicedecano Román Scattini y secretarios y secretarias de la Universidad y de la Facultad acompañaron las actividades del domingo 1 de mayo.
LA PRÁCTICA
En el establecimiento educativo completaron la cocción de un locro, guiados por docentes y acompañados por representantes de la vecinal que preside Jesús Gómez. A las 13, luego de tres horas al fuego, estuvo listo el tradicional plato y se realizó la entrega.
El día anterior se habían cumplido varias horas de trabajo previo, en el Centro de Estudio Gastronómico Estudiantil de la Universidad. Allí, un primer grupo de estudiantes cortó la verdura, realizó un primer hervor de las carnes, el maíz y las legumbres. La carne para el locro fue donada por la empresa La Porca, con la decisión de sumarse a la jornada de trabajo conjunto entre la Facultad y el barrio.
VÍNCULOS
El rector de UADER, Abog. Luciano Filipuzzi, pasó a saludar al grupo de estudiantes, el sábado, en el Centro de Estudio Gastronómico, junto al vicedecano de la FCG, Prof. Román Scattini; y el subsecretario de Integración y Cooperación con la Comunidad y el Territorio, Lic. Raúl Rousseaux.
El domingo 1 de mayo, Filipuzzi también acompañó la jornada en Maccarone, conversó con los representantes de la vecinal con quienes proyectó nuevas iniciativas a desarrollar en conjunto, en ese populoso barrio de Paraná. Estuvo también el decano de nuestra Facultad, Cr. Carlos Cuenca; la secretaria de Planeamiento Estratégico, Camila Giménez; el secretario de Bienestar Estudiantil, William Vernackt; y la secretaria Económica Financiera del Rectorado, Cra. Andrea Blasón.
“Con estas actividades buscamos un estudiante más vinculado con una sensibilidad social distinta, un estudiante que no se olvide de dónde proviene, que recuerde que estudió en la Universidad pública”, enfatizó Filipuzzi que destacó la idea surgida de una estudiante de Gerenciamiento Gastronómico de idear un “calendario patrio” de comidas para compartir en distintos puntos de la ciudad, junto con la comunidad.
“Eso es fortalecer el aprendizaje en busca de un perfil de profesional más solidario, más comprometido, que aprende y que comparte saberes con la comunidad”, insistió el Rector que subrayó el aporte de La Porca porque “para ser parte del desarrollo de la provincia el rol de las empresas es fundamental. Valoramos mucho que nos acompañen, que colaboren y se sumen a propuestas como esta”, añadió.
“Espero que esta experiencia les sea muy productiva -les dijo a los estudiantes-. Con estas Prácticas Educativas Territoriales buscamos salir un poquito de lo teórico, salir del aula, tener contacto con lo social. Tenemos un 80 % de estudiantes que son primera generación de universitarios en familias trabajadoras. Queremos que cada uno de ustedes tenga presente siempre que pasó por la Universidad pública y gratuita. Esta experiencia deja una semillita. Después ya no se olvida que hay que devolver algo al territorio”, aseveró.
Jesús Gómez celebró la visita al barrio de los estudiantes y docentes de la FCG. Dio detalles de la realidad social y económica de la vecinal y mencionó que compartir un locro con los vecinos será “un modo de celebrar la recuperación de algunos puestos de trabajo, aunque siempre en la informalidad”.
Contó que entre los vecinos “la pandemia implicó la pérdida del trabajo en verdulerías, en puestos ambulantes de comida, de garrapiñada, tortas fritas, barriletes en el Patito Sirirí, en el Parque Urquiza”. “Los vecinos quedaron sin un mango y recién hoy están empezando, despacito, a remontar, a salir adelante”, argumentó en favor de la celebración en conjunto.
INTERACCIÓN
El encuentro fue también un intercambio de recetas. La docente, Vanina Schrooh, tuvo en cuenta que para el locro hay variantes, aportes, saberes aprendidos y transmitidos de generación en generación. “Con este plato aprendemos la preparación en serie, para grandes cantidades lo que implica otras herramientas, otros aprendizajes. Y de a poco fuimos llegando a una receta”, dijo.
“Cada uno trajo la versión que se hacía en su familia, fuimos intercambiando hasta que logramos unificar criterios siempre teniendo en cuenta lo que nunca cambia: el favor dulce, con calabaza o zapallo, el laurel y las patitas de cerdo que dan un sabor extra que no se reemplaza”, concluyó Schrooh.
Fuente: Comunicación UADER.
