UADER - Facultad de Ciencias de la Gestión

Chere Joan Daniel, quien cursa quinto año de la Licenciatura en Comercio Internacional, realizó su intercambio en la Universidad Autónoma del Estado de México el pasado semestre.
Su interés por este tipo de experiencias estuvo presente desde que se inscribió en la Facultad. "Desde que ingresé a la Universidad tuve en mente hacer un intercambio. Conocí a un chico colombiano que vino hace un par de años atrás, me hice amigo de él y lo invité a mi casa de Concordia. El año pasado también conocí por el intercambio que realizaban en la Facultad a dos chicos de México y de Colombia", confiesa Daniel.
En relación a la institución universitaria explicó que "la universidad en la que realicé mi intercambio (Universidad Autónoma del Estado de México) tiene como 120 años, cuenta con un campus importante, está ubicada en la montaña en el medio de Toluca. Había 16 Facultades, con sus cafeterías, sus secretarios, tres o cuatro edificios por facultad. Todas tenían cancha de fútbol más una del equipo de la universidad que está en la segunda división de México; había seguridad propia de la universidad, lago, paseos, negocios. En fin, hay de todo en la ciudad universitaria y eso fue lo que más me llamó la atención". Si bien es una universidad pública, representa un costo directo importante para los estudiantes: "La universidad es pública pero cobraban como cuatro mil pesos por semestre a cada estudiante y también debían pagar $200 para rendir en las mesas de exámenes, y eso que no era de las más caras de México. Los estudiantes no me podían creer que acá mi único gasto era el de las fotocopias".
En relación a su experiencia académica, explicó que cursó sus materias en la Facultad de Agronomía, específicamente en las carreras Negocios Internacionales Bilingües, Relaciones Económicas Internacionales y Economía. "No había ninguna materia que fuera puramente teórica o práctica, salvo el caso de la cátedra Metodología. Había mucha relación docente-alumno en el aula, mucha participación. También me llamó la atención que cuando vas a exponer un trabajo o dar un tema al frente de la clase te pedían una presentación relativamente bien hecha, power point o prezi, y además debías ir vestido formalmente".
La universidad mexicana tiene una amplia práctica con los jóvenes de intercambio, situación que se reflejó desde que la recepción: "Llegué el 31 de enero y nos hicieron un recibimiento, un recorrido por la Biblioteca Central, el campus, nos llevaron a un Museo. Estaba el Rector, los Decanos y los 80 estudiantes que estábamos realizando un intercambio en ese semestre. Además también se sumaron diez estudiantes más que estaban de intercambio por un año. Nos dieron comidas típicas, había una banda de mariachis, regalos y folletos. Todo muy bien organizado".
Este viaje le permitió a Chere conocer el sur y la península de México. Si bien la gente de Toluca "era muy fría en su trato", tuvo una impresión positiva de los habitantes de las demás ciudades que visitó. Además de recorrer el país, nuestro estudiante se animó a probar grillos, escorpiones y hasta helado con chile.
"No le diría a nadie que haga un intercambio porque cuando lo hagan no van a querer volver, es una experiencia tan linda, hay tantas cosas para hacer, conoces a tanta gente, otra cultura. Obviamente que extrañaba comer un asado, tomar un buen mate, el dulce de leche pero si me hubiera podido quedar me hubiese quedado. El intercambio es lo mejor que pueden hacer", ponderó el estudiante.