Secretaria de Investigación y Posgrado

Jueves, 15 Septiembre 2022 19:44

Madoery propone pensar e impulsar los procesos de desarrollo a partir de la fuerza local de los territorios

En la Facultad se está dictando el seminario de Posgrado "Teorías del Desarrollo Territorial", en modalidad virtual. La propuesta está a cargo del Dr. Oscar Madoery, Posdoctorado en Ciencia Política, Doctor en Ciencias Sociales, Master en Ciencias Sociales.

En un diálogo con el Dr. Madoery quedó habilitado un espacio para repensar las implicancias del desarrollo territorial, el lugar que ocupa la ética y los desafíos que tiene la Universidad como actor estratégico del desarrollo de los territorios.

Acercamiento al tema

"El desarrollo territorial es una de las variantes que tienen los procesos de desarrollo, una aproximación diferente que hace énfasis en los lugares, en los territorios. Tiene una larga historia, a nivel internacional, a nivel latinoamericano y en nuestro país. En esa historia ha habido diferentes momentos. En alguna ocasión, una mirada fundamentalmente puesta sobre lo económico, es decir, los procesos económicos que se dan en las ciudades, en las regiones, al interior de los países, economías regionales y las articulaciones productivas que se van dando, las especializaciones productivas en las regiones. También hubo un momento donde se enfatizó más lo institucional, es decir la creación de organizaciones e instituciones, de articulación pública, privada y social que dinamizan la economía y el trabajo de los territorios. Las agencias de desarrollo, los polos tecnológicos son parte de esa experiencia. Todo eso en el marco de los procesos de planificación territorial que se fueron dando, la planificación de ciudades y regiones, de provincias en el caso de nuestro país", precisó Madoery.

El especialista completó este concepto que tiene diferentes matices y que ha ido evolucionando con el paso del tiempo, al señalar: "Creo que en tiempos más actuales también está adquiriendo el desarrollo territorial una variante vinculada a los procesos socioculturales, es decir mirar la historia, la cultura propia de las comunidades que habitan los lugares y pensar los procesos de desarrollo desde allí. Con el auge de las reivindicaciones identitarias, de pueblos originarios, de comunidades diversas que existen al interior de los países, el desarrollo territorial también ha buscado dar cuenta de ello".

"También ha habido otra característica en los procesos de desarrollo territorial que muchas veces ha estado orientado a acomodar los territorios a las necesidades de los tiempos globales, es decir, cómo un territorio se hace más competitivo, cómo atrae inversiones, cómo aumenta sus exportaciones y creo que sigue siendo la mirada predominante de estos procesos. Sin embargo, hay que apostar fuertemente a políticas de desarrollo territorial que den cuenta de las necesidades actuales y reales de los pueblos, las comunidades, las sociedades que habitan en las ciudades y regiones, no tanto pensando en satisfacer demandas globales, sino fundamentalmente pensando en satisfacer necesidades locales, es decir, necesidades de trabajo, de hábitat, de alimentación, de integración comunitaria, de seguridad, etc".

La propuesta

"El seminario que estoy dictando en la carrera de Posgrado de la FCG tiene por objetivo justamente dar cuenta de todo este amplio debate sobre el desarrollo territorial, de las distintas etapas, de las distintas dimensiones que hacen a los procesos de desarrollo territorial y centrarme fundamentalmente, en aquellos aspectos que tienen que ver con los territorios, con cómo se ordenan los territorios. La idea de orden social está muy presente, un orden social es una particular vinculación entre economía, política y cultura, es decir entre procesos productivos laborales, procesos organizativos institucionales y procesos culturales simbólicos que existen en los lugares", resumió.

Siguiendo esta línea, Madoery explicó que durante los clases del seminario se trata de abordar la evolución de la mirada del desarrollo territorial, "casi me atrevo a decir –apuntó- que también está presente la idea de invertir un poco las palabras, partir más del territorio que del desarrollo y en lugar de pensar políticas de desarrollo aplicadas a los territorios, pensar cómo se expresan los territorios, sean de una ciudad, una región, una provincia, un barrio, un área urbano rural, porque ahí existe vida propia y desde allí es muy interesante ver lo qué se puede plantear en términos de dinámica de desarrollo. Existen voces y energías que, de otra manera, de arriba hacia abajo, suelen ser a veces ignoradas, pero otras veces olvidadas. Entonces, partir de los territorios es partir de una fuerza local que es fundamental en los tiempos que corren hoy en día para pensar e impulsar procesos de desarrollo".

Idea de multiplicidad

Las teorías del desarrollo han enriquecido nuestra mirada sobre los problemas de la sociedad y sus aportes son múltiples.

"Lo fundamental es que cada sociedad que habita un lugar determinado tiene una opción propia de desarrollo porque no necesariamente, tiene que darse de igual manera en diferentes tiempos, en todos los lugares del planeta o en todos los lugares de un país. Respetar las identidades y las voluntades propias de cada lugar es pensar el desarrollo desde los territorios y abrir el camino a la multiplicidad. Si algo están demandando los tiempos contemporáneos es abonar la idea de multiplicidad. En algunos lugares promocionando la organización comunitaria; en otros casos, más el respeto al ambiente y a la naturaleza circundante; y en otros, buscando incorporar más innovaciones tecnológicas", remarcó Madoery.

"Cada sociedad de alguna manera es responsable y protagonista de sus procesos de desarrollo, recibiendo influencias externas al territorio, ya sean políticas nacionales, iniciativas de organismos internacionales y condicionamientos propios de la economía internacional y global en la cual todo territorio está inserto. Reitero, el principal aporte del desarrollo territorial es abrir el camino a la multiplicidad de opciones de desarrollo, siempre y cuando seamos capaces de respetar las voluntades de los pueblos", reflexionó.

"La ética ocupa un lugar central. El desarrollo es un desafío, en primer lugar, ético comunitario y, en último lugar, competitivo. Solemos invertir esta lógica pensando que cuanto más competitivos seamos mejor nos va a ir. La realidad del mundo no demuestra eso. Cuanto más éticos somos, cuanto más respetamos a los otros con los que convivimos en un territorio, más cerca estamos de impulsar genuinamente procesos de desarrollo".

"Si a algo nos interpela el desarrollo territorial es a contestar fehacientemente qué hacemos, cómo nos relacionamos con los otros que están en nuestros lugares y lamentablemente, en nuestro país los otros que están en nuestros lugares son otros que sufren porque no tienen trabajo, ni alimentación suficiente, porque no tienen hábitat digno, porque temen por el cuidado de sus hijos, porque no acceden muchas veces a los beneficios de las sociedades en desarrollo como suelen acceder otros sectores de la sociedad. El desarrollo territorial en perspectiva latinoamericana se remonta a la pregunta que en otras épocas se planteaban los filósofos con fuerte compromiso latinoamericano que es hacernos cargo de la desigualdad constitutiva de las sociedades en las que estamos insertos. Me parece que allí está el compromiso ético fundamental del desarrollo visto desde el territorio", afirmó.

La Universidad interpelada

En la etapa final del encuentro, Madoery habló de los desafíos que debemos plantearnos como miembros de la Universidad e integrantes de la sociedad, pensando en fortalecer lo público:

"La Universidad tiene el desafío de dar cuenta de estas necesidades de los territorios donde estamos insertos, es un actor clave del desarrollo de los territorios, pero debe sumarse desde una perspectiva de humildad. En la Universidad se procesan algunos tipos de saberes, los más intrínsecamente estandarizados, los que tienen mayor alcance tecnológico, los saberes racionales como solemos decir, los saberes formales, pero en los territorios hay otros saberes: los saberes tácitos, el saber hacer de las comunidades, de nuestros pueblos. Esta idea del encuentro de saberes, que nos gusta mucho decir, la podemos poner en práctica en las estrategias de desarrollo territorial".

"La Universidad tiene que poner una oreja y un oído en lo que ocurre en nuestros territorios y desde allí, con humildad, escuchar antes que decir, preguntar antes que contestar, y animarnos a articular saberes que existen en los territorios y modificar desde allí nuestras propuestas pedagógicas. Las universidades argentinas lo están haciendo, a veces muy bien, y creo que ahí hay un incentivo muy fuerte porque en la medida que nos comprometamos fuertemente desde este lugar vamos a poder cambiar nuestras prácticas pedagógicas y nuestra mirada de la Universidad hacia los territorios. Vamos a poder modificar esa idea algo elitista de que la Universidad hace extensión y lleva sus saberes a los territorios".

En este nuevo rol, la Universidad se encuentra inserta dentro de un territorio, con sus lógicas, poblaciones y saberes. "Desde allí se pueden generar respuestas universitarias, cursos cortos, formaciones en oficios, dinámicas de mediación social, especializaciones, diplomaturas, carreras adaptadas y adecuadas a las necesidades concretas y reales de nuestras ciudades, de nuestras provincias y de nuestro país en general", concluyó.

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