Eliana Kergaravat se encuentra realizando un intercambio académico en México, en el marco del Programa de Movilidad Académica JIMA. Desde Mérida -Yucatán-, la estudiante de nuestra Facultad contó su experiencia.
"Mi aventura comenzó en el momento que decidí mandar los papeles para realizar esta movilidad", comienza el relato de Eliana, quien luego comentó: "Fueron cerca de ocho horas interminables en el vuelo hasta el DF y luego dos más hasta Mérida, donde me encontré con Yuli, la señora que hasta el día de hoy me aloja y me brinda su servicio de asistencia. Ella junto a su hija me han ayudado a ubicarme en la ciudad, me preparan diferentes platillos de comida típica de la región y me enseñan los lugares maravillosos que puedo conocer".
La estudiante de la Tecnicatura en Hotelería -Sede Gualeguaychú-, mencionó también sus primeras impresiones en la Universidad Autónoma de Yucatán: "Nunca imaginé encontrarme con una Universidad así de equipada y prestigiosa. Aquí llegan importantes estudiosos e investigadores de todo el mundo a dar charlas sobre Turismo, en el caso de mi carrera; las aulas están todas equipadas con proyectores además de contar con aire acondicionado y una sala de cocina para cursar la materia de alimentos y bebidas. Además tiene su propio cenote donde, con mis compañeros, vamos cuando salimos de clases para pasar el calor".
A propósito, contó: "Cuando llegué en enero era 'invierno', pero la verdad que no lo sentí. Con la llegada de la primavera pude darme cuenta del calor de esta región, con sensación térmica desde los 50°C bajando a la noche hasta los 30°C aproximadamente".
Actualmente, Eliana se encuentra en las vacaciones de semana santa antes de retomar las clases. Sin embargo, agregó que anteriormente "aprendí muchas cosas con los viajes de campo que se realizan seguido desde la Universidad. Viajamos a una reserva de la biosfera en Calakmul donde nos llevaron a experimentar el turismo ecológico. Acampamos y aprendimos a cuidar los recursos escasos de la naturaleza, nos bañábamos con agua de lluvia y observábamos los monos aulladores que dormían en los árboles por encima de las carpas. Otro viaje que hicimos fue a un rancho que tiene la facultad llamado Hobonil, el cuál nos sirvió para aprender a dormir en cabañas estilo casa Maya y en hamacas, además de que uno de nuestros objetivos en ese lugar era promover un pueblo llamado Tzucacab, para un congreso que se realizará en noviembre sobre alojamientos rurales".
OTRAS ACTIVIDADES
Más allá de lo estrictamente académico, la estudiante hizo mención en otro tramo de su relato a su tiempo libre en Mérida. "Viajé a muchos lugares en este maravilloso Estado (Yucatán); subí a las pirámides más altas; me enamoré de la belleza que nos muestra la naturaleza; probé la gastronomía típica del lugar; descubrí que mezclan el español con el maya y a pesar de que la mayoría habla español es difícil comunicarse como lo hacemos en nuestro país, ya que cambian los significados de muchas cosas, además de los nombres de objetos, desde vestimenta, comidas y medios de transporte".
"Tienen costumbres muy diferentes -prosiguió-; su desayuno parece un almuerzo, pero siempre acompañado del café; en el almuerzo se come bien y acompañan la comida con tortillas, que siempre están presentes". Además, aseguró risueñamente que "cuando un mexicano dice 'no pica', mejor no comas porque sí lo hace".
Para concluir, Eliana Kergaravat, resaltó: "Estoy muy agradecida de que hayan creído en mí para conocer este encantador México, mi segundo hogar, el que me enriqueció culturalmente, me llenó de amistades y buenas personas. Quedé tan encantada que me pongo triste con sólo saber de que me queda poco tiempo de estancia en este sitio. Fue la mejor experiencia que he tenido en mi vida, cambió mi forma de pensar, abrió mi mente, me animé a hacer muchas cosas que creí nunca hacer. Si alguna vez tuviera esta oportunidad nuevamente lo haría sin pensar, espero que muchos estudiantes se animen a participar de esta posibilidad, y sé que no se van a arrepentir porque en verdad vale la pena intentarlo".