En la fecha se conmemora el Día de la Independencia, en homenaje a aquel 9 de julio de 1816, cuando en San Miguel de Tucumán, declaración mediante, la determinación fue romper los lazos de subordinación con la corona española al tiempo que se renunció a toda dominación extranjera.
Vincular esta conmemoración y la educación parece insoslayable. Formar profesionales con espíritu crítico, reflexivos, creativos, con capacidad de producir conocimiento y comprometidos con el desarrollo y defensa de los intereses nacionales debería ser garantía de la independencia de nuestra Nación.
Resulta oportuno, en la celebración de la fecha, reafirmar el compromiso, en el quehacer diario, con uno de los principios expresado en el Estatuto de nuestra Universidad Pública:
“Preservar y educar en el espíritu de la moral y ética pública, en el respeto y defensa de los derechos humanos, de las libertades democráticas, de la soberanía e independencia de la Nación, contribuyendo a la confraternidad humana y a la paz entre los pueblos y propendiendo a que sus conocimientos sean colocados a su servicio, para el mejoramiento del nivel de vida en el marco del desarrollo provincial, regional y nacional”.