El decano, Cr. Carlos Cuenca, el vicedecano, Prof. Román Scattini, integrantes del equipo de gestión y de la comunidad universitaria de la FCG estuvieron presentes en la ceremonia en la que la Universidad Autónoma de Entre Ríos otorgó el título de Doctora Honoris Causa a Rosario Badano, en reconocimiento a su trayectoria en educación y derechos humanos.
Durante el acto, el Decano hizo entrega en nombre de la FCG, de una placa conmemorativa en la que se destaca “el incansable compromiso con la Universidad Pública y los Derechos Humanos” de la docente e investigadora universitaria de gran trayectoria; actualmente, coordinadora de la Dirección de Promoción de Derechos Humanos y Participación Ciudadana, referente de la Red Interuniversitaria de Derechos Humanos del Consejo Interuniversitario Nacional (RIDDHH-CIN) y de la Red de Ingreso, Permanencia y Graduación de las Universidades Públicas (RIUP).
EL ACTO
El rector encabezó la ceremonia y destacó el protagonismo de la docente en la fundación de la institución. Ella dedicó la distinción, entre otros, a los universitarios desaparecidos durante la dictadura en Entre Ríos.
Un emotivo encuentro de familiares, amigos, militantes de organismos de derechos humanos, docentes, estudiantes y referentes sindicales, enmarcó la ceremonia de entrega del título de Doctora Honoris Causa de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER) a la magister especialista, María del Rosario Badano.
Fue en la noche del 30 de noviembre, en el Auditorio “Prof. Walter Heinze” de la Escuela de Música, Danza y Teatro de Paraná, en un acto que encabezaron la homenajeada, docente investigadora y ex decana de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales (FHAyCS); junto al rector Luciano Filipuzzi.
De esta manera, se dio cumplimiento a lo dispuesto por el Consejo Superior, mediante Ordenanza CS Nº279-22, que por unanimidad dispuso otorgar la más alta distinción con el fin de “destacar y reivindicar la trayectoria y la biografía académica de una mujer que nos ha formado, alentado, enseñado, guiado, sostenido en los distintos ámbitos y además destacar una concepción, un modelo y una práctica de universidad que pretendemos seguir construyendo y defendiendo”, reza la norma.
La proyección de un audiovisual, que resumió la trayectoria humana, académica y militante de Badano fue la apertura formal del acto, dando voz a personas claves en la vida de la homenajeada como sus familiares, sus compañeros en la trayectoria de docente e investigadora, los integrantes de espacios de militancia en derechos humanos, con un cierre a cargo del cantautor León Gieco que saludó afectuosamente y le dedicó una canción.
Tomó la palabra, luego, la decana de la FHAyCS, María Gracia Benedetti. Refirió una anécdota, el pedido de Badano, hace muchos años, de que “anotara todo lo que íbamos haciendo, los proyectos, las resoluciones, porque en algún momento me iba a pedir que hablara en algún acto de su despedida”. “Sabía que eso no iba a suceder. Sabía que iba a ser muy difícil, casi imposible, hacer justicia a la trayectoria académica, social, vital de esta inmensa mujer que queremos tanto y que siguió trabajando y abriendo caminos”, destacó Benedetti, sucesora de Badano en el Decanato de la unidad académica.
Plantar una bandera
El rector se ocupó de precisar la jerarquía que tiene el título otorgado a Badano. Mencionó el trámite que supone, las distintas instancias que deben atravesarse, los consensos necesarios para que sea avalado por la institución. Repasó el origen de esta distinción, promovida por la FHAyCS y la Facultad de Ciencia y Tecnología (FCyT), bajo los argumentos a los que dio lectura en el acto la decana de la FCyT, Daniela Dans.
“Es la máxima distinción, es destacar la trayectoria a una vida”, resumió Filipuzzi. Tomó nota el rector de los distintos perfiles pasibles de ser puestos de relieve de la vida de Badano. Eligió especialmente el que compartieron, parcialmente, como hacedores de los orígenes de la UADER, protagonistas del proceso de normalización alcanzado en 2012.
“Rosario estaba en todos y cada uno de los pasos de ese proceso. Rosario me hizo querer, amar la Universidad. Me dijo alguna vez ‘muchos no saben el privilegio que tienen de trabajar en la Universidad”, recordó el rector y reconoció que el temple de Badano hizo que muchos “se pusieran realmente la camiseta para defender a la UADER como hay que defenderla. Estuvo en todo el proceso, en los más complicados, primero como decana interventora de Humanidades, facultad a la que revolucionó y la encaminó”.
“Cuando llegó el momento de la normalización, en 2012. Decidió dar un paso al costado y volvió a los seis meses, ganando las elecciones por el voto de la comunidad universitaria, el voto popular que significó convalidar todo el trabajo que había desarrollado”, valoró.
Subrayó “el ímpetu de luchar, de ir al frente, de armar equipos, de transmitir esas ganas de seguir, de vivir, de pelear, de cambiar la realidad”.
Filipuzzi estimó que no son más de 10 personas las que han sido protagonistas de la etapa constitutiva de UADER y particularmente Badano “dejó su marca en cada uno de los momentos de la Universidad, dejó su espíritu en cada una de las políticas. La UADER tiene un poco del ADN de Rosario Badano en su identidad. UADER te debe todo, Rosario. Has dejado plantada una bandera que va a perdurar una bandera que va a sobrevivir a todos los que estamos presentes”, manifestó.
Uno y muchos
Badano tuvo palabras conmovedoras de agradecimiento, un mensaje que se permitió además tonos de complicidad y de humor con el público presente, con interpelaciones permanentes a muchos de quienes la escuchaban y han sido parte de su vida.
“Agradezco a la universidad pública por este honor que me concede, universidad pública laica y gratuita. Agradezco a la UADER que tiene 23 años de historia, de construcción colectiva de debates y embates políticos, académicos, que asume el coraje y el horizonte de sentido, de mirarse y distinguir a una de sus docentes. Gracias infinitas por este gesto”, valoró.
Repasó su historia como docente, militante, investigadora, sindicalista, autora, sobreviviente del terrorismo de Estado durante la última dictadura militar. Recordó a muchos protagonistas de la vida académica que ya no están y citó unos versos de Atahualpa Yupanqui al decir que “alguna gente se muere para volver a nacer, el que tenga alguna duda que le pregunte a él”.
“Este reconocimiento singular a mi persona lo asumo como parte de la generación diezmada a la que pertenezco. Soy hija de la universidad pública, el derecho a la educación ha sido un eje central de mi trabajo. He estado en la fundación de la UNER y en la UADER. Presenciaré la de la Juan L. Ortiz”, dijo expresando su compromiso de acompañar el proyecto de nacionalización de la FHAyCS que se tramita en el Congreso de la Nación.
“Dedico este título a los estudiantes detenidos desaparecidos de la dictadura cívico militar, a los estudiantes de UNER y UTN de esta provincia, compañeros y compañeras de militancia que podrían estar hoy en mi lugar, recibiendo este reconocimiento”, dijo y cerró su discurso nombrándolos uno por uno: “Coco Erbetta, Claudio Fink, Beto Osuna, Oscar Dezorzi, Maria Irma La Negrita Ferreyra, Silvia Wollert, Ana María Paupe Araujo y Alicia Ramírez”. Los aplausos conmovidos de los presentes acompañaron el final de sus palabras: “A cada uno de ellos, que caminan junto a los 30 mil desaparecidos, dedico este título”.
Fuente: UADER